domingo, 28 de mayo de 2017

Los Niños de Dios


David Berg en su chalet del Puerto de la Cruz

“Los niños de Dios”, secta extremadamente peligrosa, nace en California en los años 60. Su fundador fue David Berg (también llamado Moisés David, Padre "Mo" o Padre David), otro iluminado religioso y profeta del sexo. Este visionario adaptaba la lectura de la Biblia a su imagen y semejanza y proclamaba el "amor libre". 


En los años 70 llegaba a la colonia canaria con todo su séquito y aprovechando la falta de leyes democráticas que aún imperaba en España pocos años antes de la muerte del dictador Franco.
Este enfermo del sexo alquilaría un chalet de lujo en las afueras del Puerto de la Cruz y desde allí y desde una discoteca muy concurrida de la misma ciudad turística, se dedicaba a captar, mediante el sexo, a adinerados empresarios que, por mantener relaciones con las chicas que rodeaban a David Berg, ofrecían altas cantidades de dinero que el visionario corrupto utilizaba para pagar los altos alquileres y darse una vida de multimillonario.


Desde el puerto de la Cruz, movía los hilos para captar a jóvenes para su secta, mediante canciones religiosas y especialmente hablándoles del amor. Mucha juventud cayó en sus redes en aquellas épocas y algunas fueron utilizadas sexualmente como cebo para atraer a más empresarios y todo ante el silencio y beneplácito de las autoridades de la época.
David Berg endiosado

Moises David, un personaje especialista en la manipulación y el secuestro de voluntades de jóvenes y adultos y, especialmente de niños porque para conseguir el dinero que buscaba no le importaba prostituir a sus pequeños adeptos.


Cuando David Berg era menor sufrió también sufrió abusos sexuales e incestuosos por adultos relaciones que marcarían su curiosa forma de vida evangélica.
En el puerto de la cruz bautiza a su grupo con dos nombres diferentes “Los niños de Dios” adoctrinaba a la juventud con ideas cristianas que él interpretaba de la Biblia a su antojo para convertir el amor fraternal en puras orgías.


El otro nombre que utilizaba era "La Familia del amor", pero este nombre era especialmente utilizado para captar e banqueros y empresarios en las misas que organizaba en su chalet del puerto de la Cruz. Cuanto más aportaban monetariamente en esas supuestas misas, más rápido lo llevaban a una habitación contigua para consagrarse a Dios mediante el sexo con alguna joven de su séquito, rubias altas y despampanantes con rasgos anglosajones.
Sus frases preferidas en sus escritos, que sus seguidores llamaban "Cartas de Mo", eran "El sexo es un regalo divino" o “Jesús entra en ti” , “Crezcan y multiplíquense” o "El orgasmo es el mejor de los caminos para llegar a Dios y para ganar adeptos".
Con estos escritos su objetivo era realizar un lavado de cerebro especialmente a jóvenes y niños.


Las cartas de Mo eran pequeños libritos de entre 8 o cuatro páginas grapadas y siempre ilustradas con bellos dibujos estilo comics representando a David Berg como el Moisés de la biblia.

David Berg en una imagen como rey de la manada

Esta situación de prostitución forzada en adultos y niños para recaudar dinero y bienes fue llegando a su fin tras la muerte de Franco y la llegada de la democracia a la metrópoli. Nuevas leyes de protección al menor y contra la prostitución se aprobaban en el parlamento español y David Berg tuvo que abandonar la colonia canaria para evitar ser detenido tras recibir varias denuncias cosa que ocurrió a mediados de los años 80.

Desde Canarias sus esritos captaron muchos adeptos tambien en España, especialmente en Barcelona, Madrid, y Malaga.

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