sábado, 27 de septiembre de 2014

Nacionalismo canario: pasado, presente y ¿futuro?


Nacionalismo canario: pasado, presente y ¿futuro?
Artículo publicado en el diário Canariasahora, primer periódico digital de Canarias
fecha: 12-09-2014
Autor Enrique Bethencourt


     El nacionalismo ha sido muy relevante en Canarias en las dos últimas décadas. Su expresión mayoritaria lleva gobernando desde el año 93, en solitario o con el PP, salvo esta legislatura 2011-2015 en la que lo hace con el PSOE. Sus mejores resultados en porcentaje de apoyo ciudadano en las urnas se produjeron en 1999, al ganar las autonómicas e imponerse también en las europeas, sufriendo luego un ligero declive del que parece haberse recuperado. Fracturado en distintas organizaciones, como sucede en Cataluña o en el País Vasco, situadas a derecha e izquierda del espectro político, pero sin un referente independentista, afronta un futuro difícil para pequeñas formaciones con poco peso en el concierto político estatal pero que ven confirmadas sus tesis y su razón de ser con la política centralista y de ninguneo a Canarias que practica el Gobierno del PP. 

Gestación

     Antes de que se produjeran las primeras elecciones autonómicas, en 1983, el nacionalismo canario había logrado algunos importantes éxitos electorales. Especialmente en los comicios generales del 79, cuando la Unión del Pueblo Canario (UPC), con Fernando Sagaseta al frente, logra un escaño por Las Palmas en el Congreso de los Diputados.

     Y, asimismo, en las municipales de ese mismo año, en las que, con el apoyo del PSOE, alcanza la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria que ejercerá Manuel Bermejo, hasta que los socialistas le retiran su apoyo y pactan con la UCD para colocar al frente de la corporación municipal a Juan Rodríguez Doreste. El nacionalismo asambleario también obtiene algunos éxitos municipales, con alcaldías como las de Telde, Santa Lucía o Agüimes. 

     El antecedente organizativo de UPC, Pueblo Canario Unido (PCU), había logrado un buen resultado en las primeras elecciones tras la dictadura, las de junio del 77. Pero insuficiente para que su cabeza de lista, Carlos Suárez, el látigo negro, llegara a las Cortes. UPC uniría a PCU (integrado por nacionalistas de base, células comunistas y PRC, entre otros), PUCC (luego MIRAC y finalmente UNI) y Partido Socialista de Canarias, que nada tenía que ver con el PSOE.


     La UPC era una mezcla de formaciones independentistas y de otras autodeterministas de izquierdas que fue devorada por sus contradicciones y pugnas internas en muy pocos años; antes de la mitad de la legislatura autonómica iniciada en 1983 se iniciaba su proceso de autodisolución. En los comicios generales del 82 había perdido su escaño en el Congreso y en las municipales del 83 certificó su evidente retroceso. 

     Es verdad que, junto a los errores internos, contra la UPC se movilizó eficazmente el aparato del Estado, muchos medios de comunicación y hasta una parte de la izquierda eurocomunista canaria, una década más tarde reciclada, curiosamente, al nacionalismo que tanto fustigaba.

     Su presencia organizativa y electoral estaba muy centrada en las islas capitalinas y, especialmente, en sus ciudades más populosas; un fenómeno urbano y que tuvo grandes dificultades para comprender la dimensión archipielágica y, especialmente, la relevancia del hecho insular.
Por cierto, ahora que algunos acatan la Constitución “hasta que los ciudadanos la cambien”, frase edulcorada y convertida en una auténtica perogrullada, los electos de la UPC lo hacían hace más de treinta años de forma mucho más rotunda. Afirmando que prometían el texto constitucional, pero añadiendo una coletilla significativa: “y luchar por una Canarias libre y socialista”.

AIC 

     Mientras, muchos de los dirigentes de lo que más tarde serían las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC) estuvieron los primeros años del proceso democrático formando parte de la UCD, entre ellos Manuel Hermoso, Paulino Rivero, alcaldes por esta formación política de Santa Cruz de Tenerife y El Sauzal, respectivamente, o Ana Oramas.

     El hundimiento del partido de Adolfo Suárez sería esencial para que una parte de la derecha moderada canaria optara por descolgarse del poder central y construir una formación de ámbito local que evolucionaría hacia el nacionalismo, con contenidos de arranque profundamente insularistas.
Su primera y significativa parada son las AIC, que en 1987 se erigen en principal fuerza no estatalista del Archipiélago. Algo similar, pero más débil, ocurriría con el CDS, germen en las Islas del Centro Canario Nacionalista (CCN).

     Con anterioridad, en 1983, el conjunto del nacionalismo canario logra el 15% de los votos en los comicios autonómicos y 9 diputados, distribuidos de la siguiente forma: UPC-AC (8,48% de votos; dos escaños), Convergencia Nacionalista Canaria (4,30%, uno), AHI (dos) y AGI (uno), que conjuntamente no llegan al 1% de las papeletas, y Asamblea Majorera (1%; tres); a ellos se les suman otras formaciones nacionalistas o independentistas sin apenas apoyo popular en las urnas.

     Como pueden observar una presencia muy fraccionada, facilitada por el sistema electoral canario de entonces (con barreras de acceso al Parlamento de Canarias del 20% insular y del 3% archipielágico), que posibilitaba que organizaciones de carácter insular pudieran conseguir representación en la cámara canaria sin formar parte de partidos o coaliciones del conjunto de las Islas.

     El PSOE es el claro vencedor de las primeras autonómicas, con el 42,36% de los votos y 27 escaños, y gobierna en solitario hasta el 85, en que el denominado pacto de progreso incorpora a PCC, PRC y AM, dando estabilidad parlamentaria al Ejecutivo que presidía Jerónimo Saavedra. 
Pero, como señalaba más arriba, la irrupción de las AIC se produce en las autonómicas del 87, corroborando su inicial fortaleza municipal. Logran el 20,13% de los sufragios, con 11 escaños, situándose como segunda fuerza en votos y tercera en escaños tras el PSOE (27,85%; 21 escaños) y CDS (19,6%; 13), y hegemonizando el espacio nacionalista, por delante de AC-INC (6,96%, dos escaños), AM (0,82%, tres) y AHI (0,21%, dos); el total del espacio nacionalista, o al menos de obediencia canaria, consigue 18 de los 60 escaños en liza en el Parlamento canario, duplicando los datos del 83.

Gobierno conservador

     Las AIC son pieza clave en la articulación de un gobierno conservador con CDS y AP, primero con Fernando Fernández al frente y después, tras la estrambótica cuestión de confianza presentada y perdida por este, por Lorenzo Olarte, que más tarde también se convertiría al nacionalismo, mientras que Fernández se incorporaría al PP, llegando a ser eurodiputado de esta formación.

     Factores de interés en este período son la ruptura de AM, con el pase de algunos de sus más destacados dirigentes al PSOE, y la conmoción política originada por la reivindicación de una Universidad en Gran Canaria, que finalmente es creada en 1989, tras generar grietas tanto en los partidos que integran el Gobierno canario como en la propia oposición.

Unidad y consolidación

     La legislatura que arranca en 1991 es determinante en la consolidación del nacionalismo canario contemporáneo. Las urnas dan la victoria al PSOE (con más del 33% de los votos y 23 escaños), seguido de las AIC (22,70%; 16) y CDS (14,41%, siete). El resto de diputados se reparte entre AP (seis) y distintas organizaciones del muy fraccionado nacionalismo: ICAN (12,22%; cinco), AM (0,71%; dos) y AHI (0,21%, uno).

     El nacionalismo en su conjunto logra el 37,56% de los votos, siete puntos más que en las autonómicas de 1987. Pero su fraccionamiento hace que el número de escaños solo evolucione de 18 a 24. Aunque luego se le sumarían los siete diputados de los centristas que evolucionaron a CCI (Centro Canario Independiente) y más tarde a CCN.

     El denominado ‘pacto de hormigón’, PSOE-AIC, con el amplio apoyo parlamentario de 39 diputados, sufre aluminosis a mitad de legislatura. Y en abril del 93, tras la moción de censura presentada por el vicepresidente Manuel Hermoso al presidente Saavedra, lleva a un heterogéneo nacionalismo al Gobierno de Canarias, con Hermoso de presidente y José Mendoza (ICAN), como vicepresidente y consejero de Educación.




Moción de censura

     Apoyan la moción de censura justo 31 diputados (AIC, ICAN, CCI, AM y AHI) en una polémica votación en la que leyendas urbanas aseguran que algún diputado fue llevado a la cámara a punta de pistola y en la que nunca llegó al Parlamento la sentencia que inhabilitaba a Dimas Martín, diputado de AIC por Lanzarote.

     En el 95, Hermoso repite en la Presidencia. En esta ocasión al frente de Coalición Canaria (CC), que aglutina a la inmensa mayoría del nacionalismo canario y que se había estrenado en las urnas en las generales del 93. Logra el 32,85% de los votos y 21 escaños.

     Otros nacionalistas también consiguen presencia en el Parlamento: la Plataforma Canaria Nacionalista (PCN) de Dimas Martín, Ildefonso Chacón y Onelio Ramos, con el 3,01% y cuatro actas, que corresponden a las islas de Lanzarote (tres) y Fuerteventura (una); y la AHI (0,26%, una).
El Gobierno presidido por Hermoso cuenta en esta ocasión con el centrista Lorenzo Olarte en la vicepresidencia. Se trata de un Ejecutivo de coalición con el PP, segunda fuerza política (18 escaños) por delante de los socialistas (16).

     El conjunto del nacionalismo, incluyendo a los que no consiguieron representación, supera el 36% de los votos, un punto menos que en 1991. Y un global de 26 escaños, cifra que se repite en el 95, en el 99 y en 2003.

Mejores resultados

     En el 99, Coalición Canaria presenta como candidato a la Presidencia por primera y única vez hasta ahora a un candidato de la isla de Gran Canaria, Román Rodríguez, procedente del sector de izquierdas de la organización. Consigue 24 escaños, superando el 37% de los sufragios, en lo que ha sido su mejor resultado histórico.

     A ese porcentaje se suma el de la Federación Nacionalista Canaria (FNC), con un 4,81% y cero escaños; y AHI, 0,33% y dos actas de diputado. El global del nacionalismo, con o sin representación, supera el 42%, el mayor de toda la serie electoral autonómica.

     La aplicación de la nueva normativa electoral que exige el 6% archipielágico o el 30% insular o ser primera fuerza en la circunscripción deja fuera al PIL (integrante de la FNC) que roza el 30% y queda ligeramente detrás de CC, que alcanza cuatro de los ocho escaños de Lanzarote.

     El PSOE es segunda fuerza en el Parlamento canario, con 19 escaños, y el PP tercera, con 15. El primer gobierno será de coalición entre CC y PP, hasta la salida del PP a comienzos del año 2001, quedándose CC en solitario.

     Paralelamente, CC vence en las elecciones europeas, que se celebran conjuntamente con autonómicas y locales, en la única ocasión en que se ha impuesto a PSOE o PP en estos comicios.

Ruptura

     En 2003, Adán Martín llega a la presidencia del Gobierno de Canarias tras triunfar nuevamente CC en los comicios autonómicos. Logra 23 escaños, uno menos que en los anteriores comicios, pese a que AHI comparece dentro de CC, y pierde unos cuatro puntos con relación a 1999.

     La Federación Nacionalista Canaria, con el 4,83% de los sufragios, obtiene tres escaños, todos del PIL, gracias a que este partido gana en Lanzarote, superando además el 30% de los sufragios en la isla de los volcanes. El global del nacionalismo asciende a 26 diputados y casi el 39% de los sufragios, unos cuatro puntos menos que en el 99.

     A lo largo de la legislatura se produce la ruptura de Coalición Canaria -tras el incumplimiento de los acuerdos establecidos antes de las elecciones con relación al papel de Gran Canaria en el Gobierno-, con la creación de Nueva Canarias. Antes el CCN había abandonado CC.


     El Gobierno de Adán Martín es inicialmente de coalición con el PP. Hasta que se produce la expulsión de los consejeros conservadores en el último tramo de la legislatura, aunque el PSOE presta su apoyo parlamentario al Ejecutivo, evitando su naufragio.

Segunda fuerza

     En los comicios autonómicos de 1995, 1999 y 2003, CC había sido primera fuerza política en el Archipiélago. Esto se quiebra en 2007, como se había quebrado la unidad nacionalista.

     En esta ocasión, la candidatura socialista que lidera Juan Fernando López Aguilar consigue 26 escaños y más del 34% de los sufragios, sacando diez puntos y casi cien mil votos de diferenta a la organización que sustituyó a Adán Martín por Paulino Rivero. CC logra 19 escaños y el PP 15.
El pacto CC-PP, o si lo prefieren Rivero-Soria, pese a la evidente falta de química entre los dos, se hace con las riendas del Ejecutivo canario, aunque para no variar el PP no llega al final de la legislatura. Un año antes de su cierre, Soria en un calculado, pero también arriesgado, movimiento electoralista, abandona el Gobierno y se prepara para intentar llegar al poder en 2011.

     En estos comicios concurre por primera vez Nueva Canarias que con algo más de 50.000 papeletas se queda en el 5,42%, evitando la barrera de acceso del 6% archipielágico los dos diputados que le hubiesen correspondido por la circunscripción de Gran Canaria. CCN-PIL quedan aún más lejos del objetivo, con el 4,92%, y también pierde un posible escaño en Lanzarote.

     El global del nacionalismo supera el 35% de los votos, lo que supone tres puntos menos que en las elecciones de 2007 y con una reducción de casi siete en comparación con 1999.

     Ese obligado acomodo de CC como segunda fuerza política también se produce en 2011, otra vez con Rivero al frente. En este caso, logrando en torno al 25% de apoyo en las urnas, unas décimas más que en los anteriores comicios. El PP se convierte en la fuerza más votada, siete puntos más que CC, pero por la singularidad de nuestro sistema electoral empatan en escaños: 21. El PSOE logra 15 y NC, que esta vez supera la barrera de acceso al Parlamento, con más del 9% de votos, tres, dos en Gran Canaria y uno en Lanzarote (PIL).

CC-PSOE

     Esta vez cambia la tradicional fórmula de Gobierno de las Islas, de alianza entre nacionalistas y conservadores, la que viene funcionado desde el 95. Aunque, eso sí, continúa siendo CC quien toma el mando y elige a su compañero de baile, dejando fuera al partido más votado, en esta ocasión el PP, como ya sucediera en 2007 con el PSOE de López Aguilar.  

     Paulino Rivero continúa como presidente del Ejecutivo y el PSOE accede a la Vicepresidencia, con José Miguel Pérez, al tiempo consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad.
El espacio nacionalista crece en relación con 2007. Si entonces apenas pasó el 35% de los sufragios, ahora supera claramente el 37%, un dato similar al del año 91. Y pasa de 19 a 24 escaños.

     Pese a que CC y NC fueron posteriormente juntas a las elecciones generales del 20-N de 2011, obteniendo cada una de ellas un diputado: Ana Oramas, CC, por Santa Cruz de Tenerife, y Pedro Quevedo (NC), por Las Palmas, el acercamiento entre ambas formaciones, que algunos analistas anunciaban e incluso ponían fecha para el proceso de unidad, no se produce.

     Prueba de ello son las profundas discrepancias en el Parlamento canario,  en el que NC ha presentado enmiendas a la totalidad a las tres leyes de presupuestos de la Comunidad Canaria. Aunque han coincidido en batallas contra el Gobierno central, como las de la prospecciones petrolíferas, la financiación autonómica o la privatización de AENA. O en sacar adelante leyes como las de Educación.

Futuro inmediato

     Quedan apenas ocho meses para que se celebren las próximas elecciones autonómicas y locales, a finales de mayo de 2015, con la incógnita de si Rajoy las hará coincidir o no con las generales.
El nacionalismo canario concurrirá a las mismas dividido, el menos en dos opciones, las que representan NC y CC. Será así en el ámbito del Parlamento de Canarias, pero también en cabildos y ayuntamientos.

     El CCN, de momento aliado de CC en el Parlamento canario y otras instituciones, ha presentado en las últimas semanas a distintas cabeceras de listas a ayuntamientos y cabildos, en lo que puede ser un amago de futura liberación del ‘yugo’ de CC o una precaución ante un escenario diferente al de hoy. Recuerden que en las generales de 2011, en una auténtica cabriola política, pactó con el PP, a mayor gloria de dos senadoras. Y del PP, claro.

     El clima político generado estos tres últimos años por la política centralista del PP, su castigo a Canarias en los Presupuestos Generales del Estado, su actitud ante los planes de empleo, las renovables, los convenios de carreteras, las prospecciones petrolíferas o la privatización de AENA, parecen constituir un buen caldo de cultivo para el crecimiento del nacionalismo canario.

     Asuntos como el petróleo parece que pasarán factura a los populares, especialmente en las islas orientales, como reconocen en privado algunos de sus dirigentes.


24 escaños

     La última encuesta publicada, la de Celeste Tel del pasado agosto, muestra un nacionalismo que resiste al desgaste del prolongado Gobierno y a la irrupción de Podemos. CC se sitúa como primera fuerza, con 18 escaños (aunque segunda en número de votos, superada por los conservadores de Soria), tres menos que en 2011. Por delante de un PP que retrocede de manera significativa (pierde seis escaños), y de un PSOE que se mueve poco, pasando de 15 a 14. Podemos irrumpe con siete y Nueva Canarias, con seis, duplica sus actuales escaños en el Parlamento canario. El total del espacio nacionalista aglutina 24 diputados, los mismos que ahora. Habrá que esperar qué apuntan los sondeos del último trimestre del año, ya alejados de la contaminación de los comicios europeos y, también, realizados tras acontecimientos como la elección de Clavijo como candidato de CC y los cambios en el PSOE.

Año 2000: El mejor resultado en unas generales

     El nacionalismo canario obtiene el mejor resultado en unos comicios generales en el año 2000, ratificando su éxito en las autonómicas, locales y europeas del 99. En esta ocasión, coincidiendo con la ola conservadora y la mayoría absoluta de Aznar, CC resiste y obtiene el 29,37% de los votos, consolidando cuatro escaños por el Archipiélago en el Congreso de los Diputados. Por detrás del PP, que consigue siete, y por delante del PSOE (tres).

     Pero volvamos a los comienzos de la transición. En 1977, en las primeras elecciones tras la dictadura, con la UCD sacando casi el 60% de los votos en el Archipiélago, PCU logra el 3,24% de las papeletas y el conjunto del nacionalismo apenas el 5%. Sin que se logre representación en el Congreso. Sí en el Senado por parte de Asamblea Majorera, con Miguel Cabrera, que repetiría en el 82 tras perder la plaza, por apenas quince papeletas, en el 79.

     En 1979, las cortes constituyentes contarán con la presencia de Fernando Sagaseta, de UPC; la coalición autodeterminista obtiene el 11,07% de las papeletas en Canarias, aunque con más votos en las islas orientales y específicamente en Gran Canaria.



     En el 82, el año del arrase del PSOE de Felipe González, la UPC cae en picado hasta el 5,20% y Sagaseta no logra la reelección. El nacionalismo apenas concita el apoyo del 7,50% de los votantes de las Islas.

     En el 86, el nacionalismo duplica sus votos en relación con los anteriores comicios. Y ello gracias a la aparición de las AIC, que alcanzando casi el 10% de apoyos electorales consigue un escaño en Madrid. La izquierda nacionalista, AC-INC, se queda en el 5,40% y sin representación.

     En 1989, el nacionalismo retrocede en las generales, quedando por debajo del 14%. Aunque mantiene su escaño, gracias al 9,57% de las AIC. Cuatro años después, en 1993, irrumpe con fuerza Coalición Canaria, muy poco después de su acceso al Gobierno con la moción de censura a Saavedra y la elección de Hermoso como presidente. CC consigue el voto de uno de cada cuatro canarios y cuatro escaños.

     En la elecciones generales del 96, CC mantiene sus cuatro escaños, aunque pierde un punto y se queda en el 24,29% de las papeletas.

     Las últimas elecciones del siglo XX, las de 2000, suponen, como señalábamos al principio, una buena despedida de siglo para los nacionalistas: 29,37% de votos y cuatro escaños.



Crisis

     En 2004, y en plena crisis del nacionalismo y con la convulsión de los sucesos del 11-M, CC mantiene el porcentaje de votos pero pierde un acta de diputado, quedando en tres.

     Situación que se agrava en 2008, con dos diputados (ambos por Santa Cruz de Tenerife) y el 17,37% de los sufragios, una caída de 12 puntos porcentuales. NC concurre solo por Las Palmas, pero no logra representación, con un 3,78%. Datos levemente superiores a los de 2011, donde CC-NC alcanza el 15,20% repitiendo los dos escaños, aunque en esta ocasión se distribuyen uno en cada circunscripción, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.




jueves, 18 de septiembre de 2014

Navegando como los guanches


Navegando como los guanches

Interesante artículo publicado el 18 de Septiembre de 2014 en el periódico Canarias7 Lanzarote
Autor: Carlos Inza

Un grupo de aventureros e investigadores ultima una travesía a lo largo de las islas en una balsa al estilo de las que pudieron usar los antiguos guanches para colonizar el Archipiélago. Se trata de un proyecto cultural con el nombre de Osa Mayor, a la espera de un permiso de Capitanía Marítima.



La aventura de recorrer las islas a bordo de una balsa de 12 por 5 metros, hecha de forma artesanal, a base de troncos de ayous y hojas de palma parte de un grupo de investigadores, que con este viaje no buscan evocar el pasado marinero de los pueblos que habitaban las Canarias, y elaborar un documental que a su vez sirva como material didáctico y divulgativo.





El proyecto, que ha sido bautizado con el nombre de Travesía Osa Menor «pretende demostrar que la navegación era posible en las antiguas islas Canarias, también que los antiguos habitantes canarios tenían el suficiente dominio de la navegación para poder efectuar travesías interinsulares de modo efectivo y regular, y que sus sistemas de navegación, aunque no estuvieran desarrollados al efecto de realizar largas y duras singladuras, sí eran capaces de llevar a los tripulantes al punto elegido entre islas distantes», según explica Sergio Navío Vasseur protagonista del proyecto. Aunque no hay estudios concluyentes de que esto sea así, los impulsores  quieren demostrar lo contrario.


En la aventura participará un grupo de cinco investigadores e historiadores, con conocimientos de navegación y los títulos correspondientes, y la pretensión es la de incorporar la documentación gráfica de la travesía a un futuro museo de la navegación,  en Arrecife, a demás de elaborar un documental sobre la travesía.




El proyecto es financiado exclusivamente por los propios promotores de la idea, por lo que están abiertos a cualquier tipo de apoyo financiero. La aventura cuenta ya con todos los preparativos a la espera de un permiso de Capitanía Marítima.


Desde el blog Historias Canarias les deseamos una feliz travesía.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

Bartolome Garcia Lorenzo


Era casi el mediodía del 22 de septiembre de 1976, seis policías nacionales, antes llamados "grises" por su traje de ese color, acudieron a la vivienda de Antonia Lorenzo en el barrio de Somosierra, en Santa Cruz de Tenerife, donde se encontraba su primo, el joven Bartolomé García Lorenzo, estudiante de 21 años e hijo de un guardia civil retirado.

Tocan a su puerta y el joven abrió. Al ver a unas seis personas de paisano con metralletas en sus manos, cerró violentamente pues el pánico se apoderó de él. Nunca hubiese pensado que eran policías de la secreta.

Al ver esta lógica reacción, la policía no se lo pensó dos veces y descargaron sus cargadores contra la frágil puerta de la vivienda. El jóven caería fulminado inmediatamente.
La acción policial fue una operación conjunta de las brigadas Político-Social y de Investigación Criminal, así como de la Policía Armada.





Más de 30 impactos de bala recibió la puerta, de los que cuatro dieron de llenó en el cuerpo de Bartolomé García. Dos días después, y pese a ser intervenido quirúrgicamente, falleció. El parte médico indicó que recibió cuatro impactos de bala: “una, en el brazo; otra, en la arteria humeral, y dos, en el vientre, que le afectaron al hipocondrio, con desgarro del lóbulo del hígado como ascendente y transverso, con estallidos múltiples en la región rectoperitoneal, así como en la región epigástrica superior izquierda, que determinaron su fallecimiento“.


Posteriormente la policía emitiría un escrito de disculpa por el error. La disculpa fué que buscaban a Ángel Cabrera “El Rubio”, perseguido por el secuestro del empresario gran canario Eufemiano Fuentes.

Los seis agentes que ocasionaron la muerte del joven Bartolomé García fueron procesados el 16 de octubre y separados de sus funciones. Al existir entonces el precepto del fuero policial, en virtud del cual los agentes no cumplían la prisión preventiva en cárceles, sino en dependencias policiales, los cuatro policías del Cuerpo Superior quedaron internados en la comisaría de Santa Cruz de Tenerife, y los dos de la Policía Armada, en su cuartel. Cuatro días más tarde, los agentes serían trasladados a Madrid.




Estaba de Gobernador Civil Rafael Mombiedro de la Torre, nombrado desde Madrid por Rodolfo Martín Villa, ministro de la Gobernación durante el gobierno de Adolfo Suarez Gonzalez.




En los días posteriores al homicidio se sucedieron importantes manifestaciones en Santa Cruz de Tenerife en repulsa por el asesinato del compañero Bartolomé García.
En febrero de 1982, la Audiencia de Tenerife condenó a los agentes y el Tribunal Supremo ratificó esa sentencia a finales de ese año. Pero el 28 de enero de 1986, la Audiencia de Tenerife, mediante un auto, declaró extinguidas las responsabilidades de los policías en el homicidio de Bartolomé García.












Los seis policias hoy en día siguen en activo y han sido promocionados en distintas ocasiones.

El periódico EL PAIS publicaba la siguiente noticia el 5 de Junio de 1987:

"Seis policías que fueron condenados por la Audiencia de Tenerife por un delito de homicidio de un joven de 21 años en 1976, al que confundieron con Angel Cabrera, alias el Rubio, continúan hoy día en activo. La sentencia fue firme a finales de 1982, mediante resolución del Tribunal Supremo, y la justicia no consideró extinguidas las responsabilidades de los policías hasta 1986.
Los agentes -cuatro de ellos pertenecientes al extinto Cuerpo Superior de Policía, y los otros dos, a la antigua Policía Armada- han compaginado períodos de actividad con otros de suspensión de funciones. Uno de ellos ha ascendido en este período de tiempo y otro fue escolta de un ex ministro del primer Gobierno socialista, según fuentes policiales. Fuentes del Ministerio del Interior han señalado que todos ellos cumplieron la inhabilitación dictada por los tribunales de justicia.Los policías condenados por homicidio son Juan José Merino Antón, José Antonio del Arco Martín, José María Vicente Toribio, Ángel Dámaso Estrada, Juan Gregorio Valentín Oramas y Miguel Guillermo López García. Juan Merino, de 45 años, fue ascendido a subcomisario en febrero de 1981. El inspector José Antonio del Arco, de 37 años, es actualmente jefe de contravigilancia en la unidad de protección de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana y está destinado en Madrid. Vicente Toribio, inspector, de 37 años, está adscrito a la Comisaría Provincial de Zamora.
El inspector Angel Estrada de 41 años, está destinado en Madrid. Todos ellos aparecen en el escalafón policial en el puesto que les corresponde por antigüedad, y no más atrás, como sería más propio en el caso de suspensión de funciones. En esta situación, además, no se puede ascender de categoría, según fuentes policiales consultadas por este periódico.
Estos agentes fueron condenados el 15 de febrero de 1982, por la Sala Penal de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, como "autores de un delito de homicidio con la concurrencia de la circunstancia eximente incompleta del cumplimiento del deber". La Audiencia les impuso una pena de "dos años de prisión y suspensión de todo cargo público, profesión u oficio", así como a una indemnización de cuatro millones de pe setas a los herederos del muerto La defensa de la familia del muerto, representada por el letrado Antonio Daroca, había pedido 12 años de prisión y de inhabilitación profesional a los agentes juzgados.
Los sucesos juzgados por la Audiencia de Tenerife hacen mención a un suceso ocurrido en la barriada de Somosierra de esta ciudad en la madrugada del 22 de septiembre de 1976. Desde meses antes, la policía buscaba a Ángel Cabrera Batista, alias el Rubio, a quien acusaba del secuestro del conocido industrial canario Eufemiano Fuentes.
Esa madrugada, seis policías se dirigieron al domicilio de una joven llamada Antonia Lorenzo, ya que existían informaciones de que el Rubiopodía encontrarse escondido allí. Según esas informaciones, Ángel Cabrera mantenía una relación de amistad con Antonia Lorenzo.

30 impactos de bala

La acción policial fue una operación conjunta de las brigadas Social y de Investigación Criminal, así como de la Policía Armada. El operativo montado por los agentes ha sido calificado de "nefasto" por fuentes policiales. Los seis agentes se apostaron, de dos en dos, en los rellanos de la escalera y en el de la puerta del domicilio de Antonia Lorenzo. En aquel momento se encontraba en casa de Antonia su primo Bartolomé García Lorenzo, un estudiante de 21 años, quien abrió la puerta y vio a unas personas armadas. Bartolomé García cerró la puerta y en ese momento los policías hicieron fuego. En el domicilio no se encontraba el Rubio.Más de 30 impactos de bala recibió la puerta del domicilio y cuatro dieron de llenó en el cuerpo del joven Bartolomé García. Un día después, y pese a ser intervenido quirúrgicamente, Bartolomé García falleció. El parte médico indicó que recibió cuatro impactos de bala: "una, en el brazo; otra, en la arteria humeral, y dos, en el vientre, que le afectaron al hipocondrio, con desgarro del lóbulo del hígado como ascendente y transverso, con estallidos múltiples en la región rectoperitoneal, así como en la región epigástrica superior izquierda, que determinaron su fallecimiento". Desde el 2 de junio de 1976, el tabaquero Eufemiano Fuentes faltaba de su domicilio, y la policía acusaba a Ángel Cabrera de su secuestro. El enorme despliegue policial encaminado a resolver este asunto fue un completo fracaso: nunca aparecieron ni Eufemiano Fuentes -un cadáver se encontró, aunque nunca se pudo comprobar que era el del industrial- ni el Rubio.
Además, la acción policial se saldó con una muerte por error, la del joven Bartolomé, en septiembre de 1976. Un mes más tarde era un policía llamado Manuel Rey Mouriño el que caía muerto a balazos en uno de los intentos de detener a el Rubio. El caso se cerró con la condena a ocho y seis años de cárcel, respectivamente, al padre y a un hermano de Angel Cabrera por colaborar con éste. Asimismo, el Tribunal Supremo condenó a seis años y un día de inhabilitación a otro policía por estupro y violación de una hermana de el Rubio.
Los seis agentes que ocasionaron la muerte del joven Bartolomé García fueron procesados el 16 de octubre y separados de sus funciones. Al existir en aquel entonces el precepto del fuero policial, en virtud del cual los agentes no cumplían la prisión preventiva en cárceles, sino en dependencias policiales, los cuatro policías del extinto Cuerpo Superior quedaron internados en la comisaría de Santa Cruz de Tenerife, y los dos de la Policía Armada, en su cuartel.
Cuatro días más tarde, los agentes fueron trasladados a Madrid, y en el aeropuerto fueron recibidos por dos centenares de policías que mostraron así su solidaridad con los procesados. En los días posteriores al homicidio se sucedieron importantes manifestaciones en Santa Cruz de Tenerife en repulsa por la actuación policial que ocasionó la muerte del joven estudiante Bartolomé García.

Extinción de responsabilidad

En febrero de 1982, la Audiencia de Tenerife condenó a los agentes y el Tribunal Supremo ratificó esa sentencia a finales de ese año.Fuentes policiales señalaron que el inspector José Antonio del Arco pasó destinado al servicio de escolta de Ernest Lluch cuando éste accedió, en diciembre de 1982, al Ministerio de Sanidad. Del Arco permaneció en este puesto hasta el abandono de Ernest Lluch del Ministerio de Sanidad, en julio de 1986, según estas fuentes.
El 28 de enero de 1986, la Audiencia de Tenerife, mediante un auto, declaró extinguidas las responsabilidades de los agentes en el homicidio de Bartolomé García."

sábado, 13 de septiembre de 2014

Risco Caído

La Unesco califica Risco Caído como ´una cultura insular aislada excepcional

Expertos internacionales se reúnen en la Isla para poner en valor el yacimiento de Artenara, propuesto como Patrimonio Mundial
Artículo publicado en La Provincia el 30-07-2014
Autora: María Jesús Hernández


"Un valor importante a tener en cuenta sobre Risco Caído es que se trata de una cultura insular aislada excepcional, muy original". Así lo manifestó ayer el profesor Michel J. Cotte, portavoz del Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) en el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco en las II Jornadas sobre Risco Caído, inauguradas ayer en la Casa de Colón de la capital grancanaria bajo el lema Risco Caído y los paisajes sagrados de montaña de Gran Canaria. Estrategia Unesco.

Cotte, experto francés en gestión del conocimiento sobre el patrimonio de la ingeniería civil y sobre la proyección del patrimonio tecnológico antiguo en el marco de la ciencia actual, fue el encargado de abrir las jornadas organizadas por el Cabildo Insular de Gran Canaria, a través de la Consejería de Presidencia, Cultura y Nuevas Tecnologías, en la que participan expertos nacionales e internacionales, para poner en valor el yacimiento de Artenara, contribuyendo así al posicionamiento del enclave para su declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco.


Tanto el portavoz del Icomos, la organización científica y profesional internacional que tiene la misión encomendada por la Unesco, de garantizar y evaluar la calidad y la autenticidad de los bienes relativos al patrimonio y su seguimiento, como Cipriano Marín, secretario general del Centro Unesco en Canarias y coordinador de la iniciativa Starlight asociada al organismo internacional, destacaron que el proyecto grancanario de el Risco Caído y el conjunto de valores arqueoastronómicos, arqueológicos y sagrados del entorno de Tejeda, se encuentra en sintonía con el estudio temático elaborado en 2010 por el Icomos y la organización internacional de la Astronomía de los bienes del patrimonio astronómico y arqueo-astronómico, susceptible de ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
"Mi opinión personal en este inicio del proceso de diálogo sobre este patrimonio en Gran Canaria, es que se trata de un conjunto de acontecimientos extremadamente importantes e interesantes, que van en la línea de lo que es un bien mundial. Pero ahora se está iniciando el diálogo multidisciplinar para ver que esos acontecimientos tengan relevancia y y que lo que se proponga tenga una coherencia", afirmó Michel J. Cotte que definió el yacimiento como "una civilización insular, que ha desaparecido y en la que ahora hay que ver si los elementos materiales existen, son auténticos y tienen coherencia, además del valor universal".
Marín apuntó que también se llevará a cabo un análisis comparativo de los valores del yacimiento con otros similares o complementarios en todo el mundo. "Además, a nivel de protección o valorización del bien hay que saber cual es el diálogo con su entorno natural, es decir, hay que preservar también el entorno natural en torno al bien cultural, hay una interrelación entre ambos, a la que se le da mucha importancia", indicó.
Cipriano Marín hizo hincapié en que la propuesta de Patrimonio Mundial de Risco Caído, "no es un objetivo en si misma, sino un medio más. Se trata de un patrimonio que tiene valor universal y que debe ser compartido con el resto de la humanidad y eso significa que tiene una responsabilidad, por tanto es un acto de solidaridad".
Las jornadas, que finalizarán mañana, abordará la investigación de materias como los orígenes del habla, el arte o la religión.

Galdar, restos arqueológicos encontrados en el terrenos futuro instituto

Los restos arqueológicos encontrados en el terreno del futuro instituto son compatibles con su edificación


Artículo publicado en Galdaraldia.es el 29 de agosto de 2014
Autor: Julio Mateo Castillo

El alcalde de Gáldar, Teodoro Sosa Monzón, junto al concejal de Urbanismo, Heriberto Reyes Sánchez, visitaron hoy los sondeos arqueológicos que se están realizando en el solar del futuro instituto de Enseñanzas Secundarias por parte de la empresa Tibicena Arqueología y Patrimonio, como medida previa exigida por el Servicio de Patrimonio del Cabildo para la ejecución de las obras del citado centro de enseñanzas medias.
Los técnicos de la empresa han confirmado al alcalde de la ciudad, que los restos encontrado hasta el momento no afectarían a la parte edificable del centro y serán compatibles con su edificación. Así como que tras los sondeos se deberán ejecutar trabajos de excavación y de investigación arqueológicas durante seis meses aproximadamente, que podrán compaginarse con el inicio de las obras del instituto.

El ayuntamiento una vez tenga en sus manos el informe de la empresa Tibicena sobre los sondeos realizados en dicho terreno, será remitido al Cabildo de Gran Canaria para que el área de Patrimonio autorice y proponga los condicionantes y las actuaciones a realizar para que estos restos encontrados sean compatibles con el proyecto, así como su integración en el mismo. Una vez el Cabildo responda se remitirá el informe de conformidad al Gobierno de Canarias que podrá iniciar las obras.

Es por ello que por parte del ayuntamiento se ha solicitado a la empresa la mayor agilidad posible en la conclusión de estos sondeos, comprometiéndose dicha empresa a terminar los sondeos y el informe final en el plazo de una semana.

Sería muy interesante contar además con un centro educativo de estas características donde se pueda tener el testimonio del pasado histórico y los vestigios aborígenes de esta Ciudad, siendo este proyecto pionero en la integración de los restos arqueológicos y su cons
ervación con un centro educativo”, añadió el alcalde.

Los bulos de las mil momias guanches

Los bulos de las mil momias guanches

Articulo publicado en La Opinión de Tenerife el 28-07-2014
Autor Daniel Millet

El caso de la mujer que dice haber hallado un gran complejo sepulcral recuerda al de 1995, cuando el Gobierno dio pábulo a un presunto investigador y se encontró con que en la cavidad no había nada.



No ha sido la primera vez ni será posiblemente la última que la leyenda de la cueva de las mil momias guanches desata la fantasía en alguna mente ávida de experiencias en el más allá y causa todo un revuelo mediático. Pero a pesar de que la historia se repite, sigue habiendo gente permeable a estas y otras teorías todavía más inverosímiles que, además, piensa que pueden tomarse la justicia por su mano y erigirse en los verdaderos salvadores de las huellas del pasado.
El último caso todavía colea. El Cabildo de Tenerife envía el pasado martes un comunicado de prensa en el que advierte de las consecuencias de ocultar o expoliar hallazgos de interés arqueológico, con multas de hasta 150.000 euros, y lo hace en medio de la polvareda generada en Facebook por una mujer que reside en el sur de Tenerife y que dice haber hallado una cueva, en una primera versión con 700 momias guanches y en una segunda, con más de 800. En medio de sus teorías atropelladas y sin el menor rigor científico ni histórico, Carmen Dolores González se niega, sin embargo, a revelar la ubicación de esa cueva porque no cree en la custodia de las administraciones y porque asegura que es suya, al mismo tiempo que invita a sus cientos de seguidores a subir a los riscos de Ifonche, en Adeje, a buscarla porque es por allí donde asegura haberla encontrado.
El Cabildo, responsable del patrimonio arqueológico insular, y el Seprona de la Guardia Civil, la unidad que colabora estrechamente con la Corporación en este cometido, ponen en marcha el protocolo de control para intentar averiguar qué hay detrás de estas narraciones ilusorias cada vez más comentadas en las redes sociales. Se topan con relatos en los que Carmen Dolores, además de defender que tiene localizada la cueva con más de 800 momias de aborígenes tinerfeños, asegura que ha encontrado mapas donde los guanches ubican otras cuevas sepulcrales, tinajas atravesadas por flechas, cientos de pieles "con muchísima información" y 25 investigadores y un millonario que la ayudan en sus investigaciones. Pero no hay fotos de las momias, ni nombres de los investigadores, ni rastro del presunto millonario.
"Yo lo llamo el síndrome de Indiana Jones", asegura Julio Cuenca, arqueólogo director de la empresa grancanaria Propac, dedicada a las excavaciones y trabajos museísticos. Y Cuenca sabe muy qué significa ese síndrome. En 1995 era inspector de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias cuando se produjo el bulo más famoso e increíble de la arqueología contemporánea canaria. "Todavía hoy me acuerdo de aquel hombre gordo, el que nos debía conducir ante las cientos de momias, intentando acceder a la cueva. Apenas podía por su corpulencia. Además, ni siquiera era exactamente una cueva, sino un tubo volcánico muy angosto que ya a primera vista no se parecía en nada a las que habían aparecido con restos de aborígenes".
Julio Cuenca recuerda que hasta hubo periódicos de Tenerife que abrieron en portada con "el sorprendente hallazgo de la cueva de las mil momias" y que la noticia recorrió los medios de comunicación de España y algunos en el extranjero. Esa fue la principal diferencia entre aquella historia y la que ahora protagoniza Carmen Dolores González: la de 1995 arrastró a algunas autoridades políticas y los medios de comunicación al más espantoso ridículo, mientras la de ahora está por resolver –la mujer asegura que prepara una rueda de prensa para dar detalles de su extraordinario hallazgo acompañada por investigadores misteriosos– y no ha tenido tanta repercusión porque no ha llegado a tanto.
Tras aquel episodio de realismo mágico de los años noventa estuvo Emiliano Bethencourt, un aficionado a la historia de Canarias ya fallecido que, sin tener formación académica, llegó a ejercer cierta capacidad de influencia entre la clase política local de aquel tiempo. Además, no hacía mucho que había cobrado protagonismo al propiciar el descubrimiento de las Pirámides Escalonadas de Güímar después de hacer una revisión en 1987 de la documentación de su abuelo Emiliano Bethencourt de Miranda, que la había obtenido a su vez de su primo Juan Bethencourt Alfonso, autor de la Historia del Pueblo Guanche (1912).
Alfredo Martín Mederos, doctor en Prehistoria por la Universidad de La Laguna y profesor titular de la Universidad Autónoma de Madrid, traza algunas de las claves por las que Emiliano Bethencourt llegó a semejante farsa. Lo hizo en su estudio Los cimientos de las Pirámides. Estrategias de investigación difusionista en la arqueología canaria. "Tras la localización de las Pirámides en 1988, durante la búsqueda de un supuesto asentamiento templario del siglo XIII al que vinculan la llegada de la Virgen de Candelaria a Güímar, Emiliano Bethencourt formará el Grupo de Investigaciones Brahmanes y Kshatriyas [dos nombres que corresponden a las dos principales castas del hinduismo], que se transformará en junio de 1989 en la Confederación Internacional Atlántida".
En ese trabajo aparece la explicación que dio entonces Emiliano Bethencourt sobre el nuevo nombre y el fin de esta organización. "Nosotros estamos convencidos de que Canarias formó parte de la Atlántida y de que los primeros guanches fueron primitivos atlantes. Por eso hemos creado esta Confederación, con el propósito de investigar los orígenes de los pueblos que bordean el Atlántico en busca de unos orígenes atlantes comunes".
La Confederación Atlántida empieza a darse a conocer gracias a sus conclusiones sobre las Pirámides de Güímar, también conocidas como Majanos de Chacona, y el eco que encontraron en las páginas de contenido esotérico que se publicaban en la prensa tinerfeña de entonces. "Durante seis meses, hasta el final de 1990, se tratará insistentemente en los periódicos locales el presunto carácter aborigen de las Pirámides Escalonadas", señala Mederos, que añade que sin embargo los historiadores creen que estas teorías carecen de una descripción detallada y de rigor científico.
Una turista noruega entrega en Oslo una fotocopia de uno de aquellos artículos de las secciones esotéricas sobre las estructuras güimareras al famoso investigador y aventurero Thor Heyerdhal, que las ve desde el primer momento como algo mucho más complejo que una simple finca, lo que se creía que eran hasta entonces. Heyerdhal viaja a Tenerife en varias ocasiones para visitar los Majanos de Chacona, se rodea de algunos investigadores locales y promueve un estudio profundo para conocer su procedencia, no sin innumerables obstáculos para conseguir los permisos y en medio de una polémica sobre si merecía realmente la pena realizar prospecciones arqueológicas en unas estructuras que algunos historiadores ven como algo sin mucho valor.
La fascinación de Thor Heyerdhal es tozuda pero la de Emiliano Bethencourt y los suyos, más. La diferencia es que el primero tiene los pies en la tierra y prefiere las cosas bien hechas, mientras los segundos están dispuestos a cualquier cosa con tal de imponer unas ideas preconcebidas.
Además, a medida que se van conociendo los resultados de las investigaciones que promueve Heyerdhal se van desvaneciendo las tesis atlántidas. La hipótesis oficial apunta a un complejo con dos Pirámides principales para uso agrícola en ningún caso anterior al siglo XIX –o sea, muy posterior a la Conquista de Canarias– que tiene, eso sí, la gran peculiaridad de haber sido realizado de tal manera que hace de calendario astronómico. Los propios muros de piedra marcan la llegada del solsticio de verano y de invierno de una forma extraordinariamente precisa.
Los sondeos arqueológicos concluyen que allí no hay restos guanches originales de ese lugar, sino algún trozo de obsidiana y algún fragmento de cerámica aborigen procedentes de otra zona cuyas tierras se utilizaron para el relleno de estos majanos. Sí se hallan innumerables pruebas de que lo que había eran plantaciones, principalmente de cereales, así como cerámica popular, lozas, clavos, tapones de cristal e incluso un sello de plomo que lleva la fecha de 1842.
Las conclusiones chocan frontalmente con el mundo guanche que habían construido Emiliano Bethencourt y sus adláteres. "De confirmarse el carácter aborigen de las Pirámides que defendemos, esto podría cambiar la historia de Canarias e, incluso, del mundo, ya que Canarias podría ser el eslabón entre África y América", aseguró Bethencourt semanas después de que en 1991 comenzaran las prospecciones sobre el terreno.
Al margen completamente de los trabajos y convertido en diana de las mofas de algunos historiadores, Bethencourt trata de aportar datos que favorezcan su teoría guanche presentando una quincena de fragmentos cerámicos aparentemente procedentes del entorno de las Pirámides. Los arqueólogos los analizan y aseguran que no hay ni un solo indicio que los vincule con los guanches de esa zona de Tenerife y que, por lo tanto, no aportan absolutamente nada. "Si se descubre algo, la gloria se la llevarán otros, pero si no hay nada, todos los palos, como ahora, irán sobre nosotros. Y ya nos hemos llevado palos de todo el mundo, incluida la Universidad. Nos han llamado impresentables y muchas cosas más. Y encima viene el gran científico y todo el mundo aparece en la foto menos nosotros", se queja amargamente el atlántido mayor, que insiste en que "aquello que hay debajo va a ser un descubrimiento colosal que va a cambiar la historia de la humanidad".
El periodista Félix Rojas sabe muy bien quiénes fueron Emiliano y los demás miembros de la Confederación Atlántida. "Emiliano era un tipo fantasioso, que quería llamar la atención. Pero tenía habilidades y era astuto. Había estado en el mundillo sindical, conocía a mucha gente... En la Confederación llegó a haber unas 60 personas", recuerda.
Rojas señala que incluso el Cabildo, que mantuvo varias trifulcas con la Confederación Atlántida, llegó a reconducir la situación. Las relaciones fueron fluidas en 1991 hasta tal punto que el líder atlántido se vino arriba. "La campana de cristal en la que se cobijan los científicos e iluminados se está resquebrajando con la participación de gente preparada y autodidacta", llegó a decir Emiliano Bethencourt, un idilio que despertó no pocas críticas entre los investigadores, que acusaron al consejero del Cabildo, Antonio López, de haber perdido el norte y dar pábulo a meros aficionados con una clara tendencia a la fábula.
El periodista José Gregorio González, que colabora con infinidad de medios de prensa, radio y televisión, y es autor de libros como Canarias mágica, Canarias misteriosa, Las reliquias de Hitler o Grandes enigmas del cristianismo, así como el también periodista e investigador Fernando Hernández se acuerdan muy bien de lo que pasó después, cuando Emiliano y los suyos quedaron definitivamente relegados pese a ser indirectamente los que pusieron sobre la pista a Heyerdhal del complejo güimarero. De hecho, también quedaron totalmente al margen de las obras para la creación del Parque Etnográfico de Güímar, que comienzan en 1993 y se prolongan hasta 1997.
Fernando Hernández recuerda que antes del gran bulo de 1995 hubo un primer intento de llamar la atención. Lo recoge el propio Alfredo Mederos en el artículo mencionado, publicado en el Anuario de Estudios Atlánticos. Emiliano Bethencourt sorprende con una primicia a una redactora de la revista esotérica Espacio y Tiempo: "Se han encontrado dos esqueletos en las Pirámides de Güímar que, para mí, son los guardianes de la otra puerta. Pues bien, como primicia te diré que detrás de un muro hay una gran cantidad de momias que quizás sean la dinastía completa de todos los reyes [menceyes] de la zona. Nosotros tenemos nuestro informe y sabemos qué hay debajo".
No era la primera vez, aunque sí la ocasión en la que lo dijo más claro, que hablaba de una cueva cerca de las Pirámides, en el barranco de Badajoz. "Una vez encontramos una cueva tapada por una tubería, en uno de los vértices de la pirámide. En ella había un túnel taponado. Destaponamos ese túnel y avanzamos diez metros prácticamente bajo la pirámide. Pasados esos diez metros encontramos una pared de piedra y decidimos no seguir adelante. En otra ocasión se había perdido unos niños y por eso la gente del pueblo decidió taponar la cueva. Lo que hay allí dentro lo conocemos por otras fuentes", comentó.
¿Por qué estos casos solo pasan en Tenerife? El arqueólogo Julio Cuenca lo tiene claro: "Por la fascinación que ha creado en el imaginario de los tinerfeños la leyenda de la cueva de las mil momias". Precisamente hace cuatro años se publicaba La cueva de las mil momias, un libro mitad investigación y mitad novela, escrito entre otros por Antonio Tejera Gaspar, catedrático de Arqueología de la Universidad de La Laguna (ULL), que profundiza en las crónicas antiguas que apuntan a que pudo haber una gran cueva sepulcral en Herques, Güímar, que nunca se ha hallado ni hay rastro de que existiera. "Es probable que pudiera haber existido una cueva con muchos restos de guanches en el límite de los menceyatos de Abona y Güímar. Viera y Clavijo habló de un millar de momias y por eso se usa esa referencia pero no tienen por qué haber sido tantas ni tampoco estar en una sola cueva", aclara Tejera.
Tejera Gaspar y Cuenca coinciden en que es muy probable que existan en las Islas cuevas inexploradas o ya expoliadas con restos aborígenes pero nunca ha aparecido una como la que dijeron haber encontrado Emiliano Bethencourt y Carmen Dolores González. "El peligro es que hay gente que lleva más allá estas teorías, se mueven al margen de la actividad científica, infunden desconfianza entre la población sobre la labor de investigación, protección y custodia de las administraciones y las universidades, y llaman a potenciales expoliadores o a simples curiosos a buscar nuevos restos, con el consiguiente peligro de que destruyan un posible yacimiento de gran valor. La historia del expolio y el vandalismo contra los restos del pasado en Canarias es muy larga y abundante", apunta Cuenca, que sabe lo que significa descubrir una cueva con restos aborígenes, algunos incluso momificados. "Entré en una de Guayadeque, en Gran Canaria, en la que nos encontramos múltiples restos óseos y algunos esqueletos momificados, unos de pie y otros acostados. No eran un millar las momias, ojo. Seguro que hay más pero gran parte han sido expoliadas o han quedado ocultas por derrumbes naturales, actividades agrícolas o trabajos urbanísticos".
El arqueólogo director de la empresa grancanaria Propac no entiende todavía hoy cómo conociendo al personaje ocurrió lo que ocurrió. Todo se desata una mañana, de repente, cuando Emiliano Bethencourt se planta en la comisaría de la Policía Local de Güímar para anunciar que ya sabe dónde está el Santo Grial de la arqueología canaria. Da detalles de que en una cueva hay cientos y cientos de momias, que además hay restos de cerámicas, prendas y utensilios de la cultura guanche, y que el hallazgo revolucionará la historia de Canarias y del mundo.
Los policías, estupefactos, no saben qué hacer con aquella denuncia. Consultan a sus mandos y el asunto llega finalmente al mismo alcalde, que en aquel 1995 era el socialista Rigoberto González. Éste a su vez avisa al director general de Patrimonio del Gobierno de Canarias, Juan Carlos Domínguez. "Se lo advertí sutilmente al director general", recuerda Julio Cuenca, inspector en ese momento a las órdenes de Domínguez. "Le puse en preaviso de que aquello tenía muy mala pinta, más teniendo en cuenta de quién se trataba, pero él me contestó: ¿Y sí es verdad?".
El alcalde y el director general llegaron hasta proyectan un convenio que había exigido el responsable de la Confederación Atlántida a cambio de dar la ubicación exacta de la mayor cueva sepulcral jamás encontrada en Canarias. Los restos debían quedarse en Güímar y se construiría un museo para albergarlos, investigarlos y clasificarlos. Bethencourt estaba eufórico. Había sido entrevistado por el mismísimo Luis del Olmo. Mientras, la comunidad científica aguarda con incredulidad y los periódicos informan sobre el presunto hallazgo con grandes alardes tipográficos.
"Una vez que se estableció el convenio, me enviaron desde Gran Canaria a Güímar para verificar si aquel anuncio era cierto. Recuerdo la enorme expectación que había en Tenerife, las cámaras de televisión, los artículos en los periódicos, los gastos que supuso todo aquello para las arcas públicas...", rememora Julio Cuenca. Lo primero que le sorprendió, ya en Güímar, fue que quien les iba a conducir a la famosa cueva no era Emiliano Bethencourt, sino un tal Francisco Perera, que había escrito con él y con Francisco De Luca el libro Las Pirámides de Canarias y el Valle Sagrado de Güímar.
La cueva estaba en el barranco de Badajoz. "Nada más llegar vi que era un tubo volcánica por cuya entrada apenas cabía una persona de complexión normal. Entramos como pudimos y buscamos por todos lados. Allí no había ni un minúsculo resto de cerámica guanche, ni huesos, ni prendas, ni utensilios, ni nada. Aquello fue un fiasco mayúsculo". Emiliano y los suyos pusieron todo tipo de excusas: que les habían informado mal, que se había producido un derrumbamiento que ocultó los restos, que allí debió haber algo pero se lo había llevado alguien...
Carmen Dolores González, apoyada por centenares de seguidores en Facebook, sigue a lo suyo, defendiendo que ha hallado una cueva de más de 800 momias en Ifonche, Adeje, pero sin decir exactamente dónde. "Soy consciente de que muchas personas tienen dudas de mi verdad, porque lo que está pasando es muy grande. Hemos vivido conformándonos y confiando en lo que nos han contado y por ello nunca hemos creído que se ocultaran tantos tesoros de la civilización guanche. Mi descubrimiento traerá una verdad a Canarias que destapará todas las mentiras existentes y que con ese acto el pueblo se va a enfadar mucho", escribió ayer en la red social.