sábado, 10 de septiembre de 2016

El Valbanera





Esta historia ocurrió en 1919, siete años después del hundimiento del Titanic. 

El Valbanera fue construido en el año 1906 en los astilleros C Connell & Co, en Glasgow, con unas dimensiones importantes: 131,90 metros de eslora por 14,6 metros de manga. Fue un buque de casco de acero cuyo tonelaje bruto era de 5.099, con una maquinaria capaz de desarrollar una fuerza de 447 caballos y alcanzaba una velocidad de crucero de 12 nudos. Podía transportar poco más de 1.200 pasajeros en cuatro tipos de clases: Primera, Segunda, Tercera y Emigrante.



Fue a finales de 1916 cuando, una vez matriculado en Cádiz, comienza su ruta transatlántica americana. El buque pertenecía a la compañía Pinillos, Izquierdo y Compañía, que a principios del siglo XX llevaba a miles de emigrantes desde España y Canarias al Nuevo Mundo en busca de una esperanza para sus familias en su línea Canarias – Puerto Rico - Cuba, aunque también realizó rutas marítimas España - Brasil – Argentina y entre los puertos del Golfo de México.

Su servicio comenzaba en el puerto de Barcelona y desde allí partía hacia América con escalas en Cádiz, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Santa Cruz de La Palma, San Juan de Puerto Rico, La Habana, Galveston y Nueva Orleans.




Se trataba de uno de los barcos predilectos de la Naviera Pinillos y como tantos otros barcos, el vapor tenía el nombre de una virgen, en este caso se pidió la bendición a la Virgen de Valvanera que se venera en La Rioja y a la que la familia Martínez de Pinillos tenía especial devoción. 

Pero esa bendición nada pudo contra un destino trágico que ya algunos presagiaron al comprobar que el nombre de la virgen aparecía mal escrito y que, por un extraño error del destino, el buque fue bautizado como Valbanera (con b en lugar de con v).






Este barco ya había tenido serios problemas debido al afán de riqueza de la Naviera. Dos meses antes, el 16 de julio de 1919, el Valbanera llegaba al Puerto de la Luz, en Las Palmas de Gran Canaria procedente de Cuba, con una carga de 1600 pasajeros, 400 más de lo permitido, que viajaron durante 14 días en condiciones infrahumanas. La falta de camarotes obligó a que esas personas viajaran en cubierta con alimentación insuficiente y soportando las inclemencias del tiempo. Los canarios que regresaban a su tierra habían pagado por el pasaje cantidades que oscilaban entre las 300 y 500 pesetas.

Además, en el barco se desató una terrible epidemia de gripe, de la que se habían contagiado en La Habana, y treinta cadáveres fueron arrojados por la borda durante la travesía.

A su llegada a Las Palmas, La reacción de la prensa local no se hizo esperar. Se pidió el procesamiento del capitán y del médico y en los periódicos insulares se podían leer comentarios como el siguiente:

“..Pueblos que consienten sin protestar que vuestros hogares se vistan de luto y vuestros seres queridos perezcan víctimas de las epidemias de los barcos de Pinillos, son pueblos muertos que deben desaparecer.” 

La indignación popular ante el testimonio de los pasajeros llegó a tal punto que se intentó linchar al capitán del barco mientras que la prensa local insistía en el procesamiento del capitán y del médico de a bordo.



Curiosamente el capitán del Valbanera fue destituido, pero no por las presiones de los medios periodísticos de la isla ni por las protestas e indignación de los isleños, sino porque el capitán decidió denunciar a la empresa y fue utilizado como cabeza de turco. 

Al mando del Valbanera pusieron al Capitán Ramón Martín Cordero de 34 años de edad, con 8 años de servicio en la Pinillos. La Naviera nunca sería condenada y seguiría con su transporte de personas y mercancías como si nunca hubiese ocurrido nada.

Fue curiosa la publicidad con la que se comunicaba la escala de este buque de pasajeros de Pinillos e Izquierdo en Tenerife. La siguiente nota habia sido publicad en el periódico tinerfeño La Prensa el 24 de Junio de 1919:

El moderno y rápido vapor de dos hélices y ocho, mil toneladas Valbanera, pasará por este puerto con destino a los de Santiago de Cuba y Habana en la primera quincena de Julio próximo, admitiendo pasajeros y carga, debiendo dirigirse las solicitudes de hueco con la oportunidad debida, al agente de la Compañía en esta Plaza.”





El 10 de Agosto de 1919 el buque, al mando del Capitán Ramón Martín Cordero, zarpó de Barcelona donde sólo consta que embarcaron balas de tejidos, pero ningún pasajero. Hizo escala en Valencia, Málaga y Cádiz.

El 13 zarpó de Málaga con varias partidas de vino, frutos secos y aceitunas y 34 pasajeros, uniéndose a ellos 521 más en el Puerto de Cádiz un día después. En esa ocasión, el precio del billete alcanzó hasta 1.250 pesetas de la época, aunque se podía embarcar por 75 pesetas desde Canarias a La Habana en la clase Emigrantes. 

Estos ocupantes viajaban en los entrepuentes de las bodegas, en hileras de literas metálicas de varios pisos "sin intimidad alguna", según el investigador Fernando García Echegoyen.




Capitán Ramón Martín Cordero

El 17 de agosto de 1919 llegó a Las Palmas, donde embarcaron 259 pasajeros. 

El 18 de Agosto embarcaron 212 pasajeros en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. De este puerto se especula que pudo embarcarse un grupo de polizones.

El 21 de Agosto 106 pasajeros más se unieron al pasaje en el Puerto de La Palma. 

Cuando zarpó de Santa Cruz de La Palma, último puerto de escala antes de cruzar el Atlántico, había a bordo 1230 entre pasajeros y 88 tripulantes. Cuenta la leyenda que a la salida del puerto de Santa Cruz de La Palma, una maniobra brusca hizo que el Valbanera perdiera una de sus anclas, lo que fue interpretado como mal presagio por parte de los marineros. 





El Valbanera en La Palma

El 5 de septiembre el Valbanera zarpa hacia La Habana con 488 personas a bordo hacia una muerte segura. Ni el Capitán Cordero, ni la tripulación, podrían imaginar que se estaba formando un huracán en el Golfo y que iban directos a una muerte segura. 

El 9 de Septiembre el vapor trató de llegar al puerto en La Habana para intentar esquivar el huracán pero al mediodida, cuando llegó, no pudo entrar en el puerto porque estaba cerrado debido al huracán por lo que el capitán del Valbanera puso rumbo a alta mar para intentar capear el temporal. 

Los vigías del Castillo del Morro, a la entrada del canal que conduce hasta el puerto, distinguieron en medio del viento huracanado, las luces de barco que pedía ayuda por el sistema morse. 

El capitán del Valbanera indicó que intentaría capear el temporal en alta mar hasta que amainara y tras este corto mensaje no volvió a haber noticias del barco. 

Se presupone que entre la noche del 9 al 10 de Septiembre la nave naufragaría a causa de la fuerte tormenta. Perecieron ahogadas 488 personas entre tripulantes y pasajeros, en su mayoría emigrantes canarios. Por lo visto el 80 % del pasaje que viajaba en el Valbanera eran canarios por lo tanto unos 390 emigrantes isleños.


Parece probable que el Valbanera naufragase sobre las 23:00 horas del día 9 posiblemente se quedó sin gobierno por avería en el motor y el timón y la fuerza huracanada del viento y del mar lo arrojaron sobre un bajo arenoso en Half Moon Shoal (Bajos de la Media Luna).






Al embarrancar volcó sobre el costado de estribor y fue cubierto por las grandes olas de la tormenta. Con anterioridad probablemente había perdido la antena de la telegrafía por lo que no pudo emitir ninguna señal de socorro. 

No hubo supervivientes, ni testigos ni se hizo ninguna investigación oficial. Cuando los pasajeros desembarcados en Santiago supieron la triste noticia, se apresuraron a escribir a sus familias en Canarias y españa para comunicarles que se encontraban a salvo. 

Las informaciones sobre el naufragio del Valbanera llegaban con cuentagotas desde Cuba y Estados Unidos y hasta eran contradictorias. Se sabía que muchos pasajeros habían desembarcado en Santiago pero las autoridades se negaban de manera incomprensible a facilitar la lista de pasajeros desembarcados en esa ciudad. Tal vez por descontrol y exceso de pasaje y para ocultar una posible sanción judicial. 



La angustia de los familiares se prolongó durante meses. Algunos de los pasajeros declararon posteriormente que desde su salida de La Palma, el Valbanera presentaba una pronunciada escora a estribor debido a la pérdida de un ancla en el puerto de la isla, que se mantuvo incluso al abandonar Santiago rumbo a la tragedia.

Las leyendas que fueron surgiendo sobre el Valbanera son muchas. En los Estados Unidos el Valbanera es conocido como el Pecio de las Putas, ya que entre pescadores de Key West (Cayo Hueso) se dice que al vapor no se le permitió entrar en La Habana porque a bordo viajaba un amplio grupo de prostitutas. También se conoce al Valbanera como “el Titanic Canario”. 

Algo curioso es que no cuadran las fechas pues si el Valbanera naufragó sobre las 23:00 horas del día 9 ¿cómo es que el día 12 de septiembre, a las 13,15, la estación de Key West captó su señal de socorro?. 



Según quedó plasmado en el diario de navegación del cazasubmarinos norteamericano US SC 203, los registros de radio indican que a las 13,15 AM del día 12 el Valbanera telegrafió y preguntó si había algo para él pero no hubo respuesta. ¿A que es debida ésta incongruencia en los datos?. 

Y lo que es más sorprendente ¿por qué la llamada del Valbanera no reflejó ninguna señal de auxilio del buque?. Barcos de Cuba y Estados Unidos emprendieron el 16 de septiembre una primera batida, sin encontrar nada. 





Curiosamente, el 19 de septiembre serían encontrados los primeros restos del naufragio. Las inspecciones de los cazasubmarinos sólo lograron descubrir una cabeza, de los casi quinientos pasajeros que se calculan viajaban en el barco. “Los pescantes indican que no se hizo ningún esfuerzo para arriar los botes salvavidas”, señalaba el diario del cazasubmarino de la Marina de los Estados Unidos US SC 203. 

Ni en esta ni en la inspección efectuada dos días más tarde se encontraron cadáveres ni indicios que hicieran suponer que intentaran salvarse tirándose al mar siendo devorado por los tiburones. 





En la actualidad, dichos restos aún son visibles cuando baja la marea en el extremo oriental de los Cayos de la Florida. De la superficie del agua sólo asomaban los pescantes de babor de la toldilla de popa y el mástil de popa.





El 16 de Julio de 1919, la prensa española se hizo eco de la muerte de varios emigrantes a bordo del Valbanera.






Esta historia fue uno más de los capítulos negros de la historia de la emigración canaria a America.

El Valbanera supuso una de las mayores catástrofes de la marina mercante del pasado siglo y que el colonialismo español mantiene en el más absoluto de los olvidos tal vez por aquello de que “Un pueblo sin pasado y sin memoria es un pueblo sin futuro”. 



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